Tratamiento

Adicción a la marihuana

¿Cómo dejar la marihuana?

El cannabis y sus derivados se han convertido en una sustancia de consumo habitual, sobre todo entre los jóvenes. Por eso, queremos informarte sobre qué consecuencias tiene y cómo dejar de fumar o consumir porros o marihuana.

Para dejar el cannabis (porros, marihuana y otros derivados), primero tenemos que entender qué efectos tiene.

La adicción al cannabis es cada vez más habitual, y desde hace tiempo están aumentando el número de demandas de personas que buscan tratamiento para dejar la marihuana y otros derivados de esta sustancia.

Las 3 fases del tratamiento
para dejar la marihuana

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Fase 1

Desintoxicación

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El objetivo de esta fase es hacer una desintoxicación física para conseguir la abstinencia al cannabis. Dejar de fumar porros de golpe puede provocar más o menos consecuencias, dependiendo de la cantidad de cannabis que la persona fume en el día. En Mas Ferriol todas las desintoxicaciones las hacemos bajo seguimiento médico. El síndrome de abstinencia para dejar de fumar porros puede cursar con:

  • Ansiedad
  • Bajada de la presión arterial
  • Irritabilidad
  • Agitación

Es por eso que, a menudo, es necesario acompañar la desintoxicación física de tratamiento psicofarmacológico durante los primeros días, para contrarrestar el malestar físico descrito. No todas las personas con adicción al cannabis tendrán que tomar medicación, depende de cada caso concreto.
Fase 2

Deshabituación

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Paralelamente a la desintoxicación, se empieza a trabajar la deshabituación en el cannabis y sus derivados. Aun así, es en la segunda semana que este trabajo empieza a coger bastante.

Mediante trabajo psicoterapéutico individual y en grupo se trabajan aspectos psicológicos de la persona y de la adicción en sí. Se darán herramientas para gestionar el malestar, que hasta ahora la persona consumidora afrontaba mediante el consumo de cannabis.

Muchas personas adictas al cannabis empiezan el consumo como una forma de automedicación por la ansiedad o problemas de insomnio.

Cuando es así, se trabajan estos síntomas para que la persona tenga recursos para afrontarlos de otro modo. Generalmente, también se trabaja la falta de motivación que se deriva del consumo elevado y prolongado de porros.

Fase 3

Mantenimiento

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La fase de mantenimiento consiste en hacer un seguimiento ambulatorio. Son visitas semanales de 1 hora aproximadamente. A medida que la persona va consolidando la abstinencia a la marihuana, las visitas se van espaciando en el tiempo. Se trata de hacer un acompañamiento a la persona en la nueva etapa de su vida donde la marihuana no tiene cabida.

En las visitas se hacen analíticas de orina de control. Estas visitas ambulatorias de seguimiento se pueden hacer a:

  • Mas Ferriol
  • A nuestra consulta médica de Barcelona

En los casos específicos en que la persona que hace el tratamiento residencial de desintoxicación a la marihuana en Mas Ferriol viene derivado de otro profesional (psicólogo o psiquiatra), la fase de mantenimiento se llevará a cabo con este profesional, y el equipo de Mas Ferriol solo se hará cargo de la fase 1 y 2.

En otros casos, en que la distancia física dificulta hacer las visitas presenciales con el Equipo de profesionales de Mas Ferriol, se buscará la forma más idónea de hacer este seguimiento ambulatorio.

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Otras dudas sobre la adicción a la marihuana

Es importante recordar que la adicción es un trastorno complejo que afecta a cada persona de manera diferente. La adicción a los porros (cannabis o marihuana) como cualquier otra forma de adicción, puede tener consecuencias negativas para la salud física, emocional, social y financiera de una persona. Aquí hay algunos signos que pueden indicar que alguien tiene un problema con la marihuana:

  • Consumo frecuente y en grandes cantidades.
  • Dificultad para reducir o detener el consumo: Si la persona ha intentado reducir o detener el consumo de porros y ha estado incapaz de hacerlo, puede ser una señal que tiene un problema de adicción.
  • Cambios en el comportamiento: Si la persona está teniendo cambios en el comportamiento, como aislarse de amigos y familiares, perder interés en actividades que antes disfrutaba o tener problemas en el trabajo o en la escuela, puede ser una señal que tiene un problema de adicción.
  • Problemas de salud: Si la persona está experimentando problemas de salud como problemas respiratorios, problemas de memoria o problemas de coordinación, puede ser una señal que tiene un problema de adicción.
  • Tolerancia y dependencia: Si la persona necesita consumir cada vez más cantidad de marihuana o hachis para obtener los mismos efectos, o si experimenta síntomas de abstinencia cuando no fuma, puede ser una señal que tiene un problema de adicción.


Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y que estos signos pueden variar. Si está preocupado por el consumo de porros de alguien, es importante abordar la situación con cuidado y respeto, y considerar la posibilidad de buscar ayuda profesional.

Fumar porros o marihuana cada día puede tener efectos negativos para la salud física y mental a largo plazo. Algunos de estos efectos pueden incluir:

  • Problemas respiratorios: Fumar marihuana irrita los pulmones y causa problemas respiratorios, especialmente si se fuma con tabaco.
  • Problemas de memoria y concentración: El consumo frecuente de marihuana afecta la memoria y la capacidad de concentración a largo plazo.
  • Cambios de humor: La marihuana afecta el estado de ánimo, y algunas personas pueden experimentar ansiedad, paranoia o depresión como resultado del consumo frecuente.
  • Dependencia y adicción: El consumo frecuente de marihuana puede llevar a la dependencia y adicción, lo cual puede ser difícil de superar sin ayuda profesional.
  • Problemas sociales y laborales: El consumo frecuente de marihuana puede interferir en las relaciones sociales y en el trabajo o en la escuela.
 
Es importante tener en cuenta que los efectos de la marihuana pueden variar según la persona y la cantidad consumida. Si estás preocupado por el consumo de marihuana, es importante buscar ayuda profesional.
Cuando una persona deja de fumar cannabis, el cuerpo suele experimentar una serie de cambios y síntomas de abstinencia. Algunos de estos síntomas pueden incluir:

  • Insomnio: Puede ser difícil coger el sueño o dormir durante toda la noche.
  • Cambios de ánimo: Pueden experimentar cambios de humor, como irritabilidad, ansiedad, depresión o falta de motivación.
  • Problemas de concentración y memoria: Puede ser difícil concentrarse o recordar cosas.
  • Sudores nocturnos y pesadillas: Pueden experimentar sudores nocturnos y pesadillas.
  • Problemas de apetito: Pueden experimentar falta de apetito o cambios en los hábitos alimenticios.

Estos síntomas pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo de cada caso.

La marihuana es una sustancia psicoactiva que puede tener una serie de efectos en una persona a largo plazo. Algunos de estos efectos pueden incluir:

  • Problemas respiratorios: Fumar marihuana puede dañar los pulmones y causar bronquitis crónica y otros problemas respiratorios.
  • Problemas de memoria y cognitivos: El consumo regular de marihuana puede afectar la memoria, la atención y la capacidad de aprendizaje a largo plazo.
  • Problemas de salud mental: La marihuana puede desencadenar problemas de salud mental en personas vulnerables, como depresión, ansiedad y psicosis.
  • Adicción: El consumo regular de marihuana puede llevar a la adicción y la dependencia, lo cual puede dificultar la interrupción del consumo.
  • Problemas sociales y laborales: El consumo regular de marihuana puede afectar la capacidad de una persona para funcionar en el trabajo o en la escuela, así como en sus relaciones personales.


Es importante tener en cuenta que los efectos de la marihuana en una persona a largo plazo pueden variar dependiendo de la frecuencia, cantidad y duración del consumo, así como de la edad y el estado de salud de la persona.

Además, la investigación sobre los efectos de la marihuana a largo plazo es limitada y se necesita más investigación para comprender completamente los riesgos asociados con su consumo.

Dejar la adicción a los porros (marihuana) puede ser un proceso difícil, pero es posible con la ayuda adecuada y el compromiso personal. Aquí hay algunos pasos que pueden ayudar a superar la adicción:

  • Buscar ayuda profesional: Un profesional de la salud mental puede ayudar a abordar los factores subyacentes que pueden estar contribuyendo a la adicción, y proporcionar terapia y apoyo para dejar de fumar marihuana.
  • Establecer metas claras: Es importante tener una idea clara de por qué se quiere dejar la adicción y establecer metas realistas y alcanzables para conseguirlo.
  • Identificar los factores desencadenantes: Identificar los factores que desencadenan el consumo de marihuana, como el estrés, la ansiedad o el aburrimiento, puede ayudar a evitarlos o encontrar formas alternativas de manejarlos.
  • Encontrar apoyo social: Buscar el apoyo de amigos y familiares puede ayudar a mantenerse motivado y proporcionar una red de apoyo emocional.
  • Adoptar un estilo de vida saludable: Una dieta saludable, ejercicio regular y actividades que fomenten el bienestar emocional, como la meditación o la práctica de un hobby, pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés asociados con la adicción.
  • Evitar situaciones de riesgo: Evitar situaciones o personas que puedan tentarlo a consumir marihuana puede ser un paso importante en el proceso de recuperación.
  • Buscar ayuda de grupos de apoyo: Los grupos de apoyo, como Narcóticos Anónimos, pueden proporcionar apoyo y una comunidad de personas que están pasando por el mismo.
 

Es importante recordar que la recuperación de la adicción a los porros puede ser un proceso a largo plazo y que puede haber recaídas en el camino. Sin embargo, con el compromiso y la ayuda adecuada, es posible superar la adicción y llevar una vida más saludable y satisfactoria.

Algunas personas creen que el consumo de marihuana no interfiere con su productividad, o incluso que mejora su creatividad o enfoque. Sin embargo, el impacto de la marihuana en la productividad varía según la persona, la cantidad consumida y la frecuencia de uso.

  • Problemas con la concentración: La marihuana puede afectar la capacidad de concentración y atención, especialmente cuando se consume en grandes cantidades o frecuentemente. Las tareas que requieren enfoque y pensamiento crítico pueden volverse más difíciles.
  • Reducción de la memoria a corto plazo: Una de las formas más comunes en las que la marihuana afecta la productividad es deteriorando la memoria a corto plazo, lo que dificulta recordar información o realizar tareas complejas.
  • Desmotivación: El síndrome amotivacional mencionado anteriormente es un fenómeno donde los usuarios crónicos experimentan una falta de motivación para cumplir con sus responsabilidades laborales, educativas o personales. Esto puede llevar a un rendimiento deficiente en el trabajo o en los estudios.
  • Efectos residuales: Incluso después de que el «subidón» desaparezca, los efectos residuales de la marihuana (como la somnolencia, la pereza o la confusión mental) pueden durar horas o días, lo que también puede afectar la productividad.
  • Dependencia: Los usuarios que desarrollan dependencia pueden pasar mucho tiempo pensando en su próximo uso, planificando su consumo o recuperándose de sus efectos, lo que interfiere con la capacidad de concentrarse en tareas importantes.

Muchas personas consideran que la marihuana es una droga más «segura» o menos dañina que otras sustancias como el alcohol, la cocaína o los opioides. Aunque la marihuana no genera los mismos niveles de dependencia física o efectos inmediatos peligrosos que otras drogas, tiene riesgos significativos que no deben minimizarse.

  • Efectos en la salud mental: Si bien algunas personas consumen marihuana de manera recreativa sin experimentar problemas graves, hay un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que el uso prolongado y frecuente puede estar asociado con trastornos mentales. Esto incluye un mayor riesgo de ansiedad, depresión e incluso psicosis, especialmente en individuos predispuestos o que comienzan a usarla a una edad temprana.
  • Impacto en el desarrollo cerebral: El consumo regular de marihuana durante la adolescencia y la juventud (cuando el cerebro aún está en desarrollo) puede tener efectos a largo plazo en la memoria, el aprendizaje y la capacidad de toma de decisiones.
  • Riesgos físicos: Fumar marihuana puede irritar los pulmones y causar problemas respiratorios, similares a los del tabaco. Aunque no hay una correlación directa entre la marihuana y el cáncer de pulmón, el humo de la marihuana contiene algunas de las mismas sustancias dañinas que el humo del tabaco.
  • Adicción: Aunque se percibe como una sustancia de bajo riesgo en comparación con otras drogas, aproximadamente el 9% de los usuarios pueden desarrollar dependencia a la marihuana, lo que significa que sienten la necesidad de consumirla de manera regular y tienen dificultades para dejarla.
  • Impacto en la motivación: Un fenómeno llamado síndrome amotivacional ha sido documentado en usuarios crónicos de marihuana. Este síndrome se caracteriza por una disminución en la motivación para participar en actividades sociales, académicas o laborales.

El consumo diario de marihuana puede tener varios efectos adversos, tanto físicos como mentales. Aunque muchas personas ven la marihuana como una droga recreativa «segura», el uso diario aumenta el riesgo de desarrollar problemas significativos.

  • Desarrollo de dependencia: Fumar marihuana todos los días incrementa el riesgo de desarrollar adicción o dependencia psicológica. Esto significa que la persona puede sentir que necesita consumirla para relajarse, dormir o sobrellevar el día.
  • Efectos en la salud mental: El uso diario puede aumentar el riesgo de experimentar trastornos de salud mental como la ansiedad, la depresión o incluso la psicosis, especialmente en personas predispuestas. Algunos usuarios experimentan paranoia o síntomas psicóticos, lo que puede volverse más frecuente con el uso crónico.
  • Impacto en la memoria y la cognición: El uso a largo plazo de marihuana puede afectar las habilidades cognitivas, incluidas la memoria, el aprendizaje y la capacidad de resolver problemas. Los usuarios diarios suelen tener una reducción en la memoria a corto plazo y problemas para retener información.
  • Tolerancia: Con el tiempo, el cuerpo desarrolla tolerancia a los efectos de la marihuana, lo que lleva a los usuarios a necesitar consumir más para lograr los mismos efectos. Esto puede llevar a un uso aún más frecuente o a dosis más altas, lo que a su vez aumenta los riesgos.
  • Síntomas de abstinencia: Dejar de fumar marihuana de manera repentina después de usarla diariamente puede provocar síntomas de abstinencia, como irritabilidad, ansiedad, insomnio, pérdida de apetito y cambios de humor.

Dejar de fumar marihuana de repente puede causar una serie de síntomas de abstinencia, especialmente en aquellos que han estado usando la sustancia regularmente durante un largo periodo. Aunque la marihuana no provoca una abstinencia física tan severa como otras drogas, puede generar efectos incómodos, tanto físicos como psicológicos.

  • Síntomas comunes de abstinencia:
    • Irritabilidad: Es común que las personas se sientan más irascibles o fácilmente frustradas al dejar de consumir marihuana.
    • Ansiedad: Algunas personas experimentan un aumento en los niveles de ansiedad cuando dejan de usar la droga, lo que puede ser incómodo.
    • Dificultad para dormir: El insomnio o el sueño interrumpido es uno de los síntomas más comunes al dejar de consumir marihuana. Muchas personas también experimentan sueños vívidos o pesadillas.
    • Cambios en el apetito: Los usuarios crónicos de marihuana pueden notar una disminución del apetito al dejar de fumar.
    • Cambios de humor: Las fluctuaciones emocionales, que van desde la tristeza hasta la irritabilidad, son comunes en la abstinencia.
    • Deseo de consumo: El deseo fuerte de consumir marihuana (craving) es un síntoma frecuente en personas que intentan dejarla.
  • Duración de los síntomas: Los síntomas de abstinencia suelen comenzar dentro de las primeras 24-72 horas después de dejar el consumo y pueden durar de una a dos semanas. En algunos casos, los síntomas más leves, como el insomnio o la ansiedad, pueden persistir durante varias semanas.
  • Manejo de la abstinencia: Las personas que dejan de fumar marihuana pueden beneficiarse de apoyo psicológico o terapias como la cognitivo-conductual, que les ayuda a manejar los síntomas de abstinencia y a evitar recaídas.