Resumen de ideas principales
- Señales de adicción: Aumento de consumo, aislamiento social y efectos físicos como ansiedad o problemas respiratorios.
- Consecuencias: Falta de motivación, problemas de memoria, crisis de ansiedad y riesgo de psicosis tóxica.
- Cómo dejarla: Concienciación, desintoxicación con apoyo médico si es necesario y cambio de hábitos.
- Cuándo buscar ayuda: Si no se logra dejar solo, hay dependencia física o consecuencias psicológicas graves.
¿Qué síntomas nos pueden hacer pensar que una persona ha perdido el control con el consumo de marihuana?
Los síntomas que podrían indicar que se ha perdido el control sobre el consumo de marihuana son la cantidad y la frecuencia con que se fuma. Es importante tener en cuenta que estamos hablando de una alta toxicidad, por lo que el primer signo sería la necesidad de consumir mayores cantidades con mayor frecuencia para lograr los efectos deseados o sentirse bien.
La segunda cuestión que nos podría hacer percibir que hemos tenido ya una pérdida de control sobre el consumo, son las consecuencias que tenemos alrededor en cuanto a cambios en las relaciones sociales. Uno de los elementos problemáticos es el aislamiento, el hecho de que muchas drogas ya no son sustancias para conectar sino para desconectarse. Un factor de riesgo muy importante para convertirse en adicto es el factor de que el uso ya no sea lúdico, ya no sea para divertirse, para salir de fiesta, etcétera. Sino que se convierta en un consumo solitario, aislado o escondido donde muchas veces se utiliza esa sustancia para no sentir, como un anestésico para esas emociones que uno no sabe controlar de otra manera.
El tercer elemento es que aparezcan consecuencias físicas que tienen que ver con paranoias, con ataques de ansiedad o con problemas respiratorios, porque muchas veces no tenemos en cuenta de que estamos ante sustancias irritantes. Por ejemplo, igual que planteamos la necesidad o el interés de dejar de fumar tabaco porque es una sustancia que tiene una serie de incidencias sobre la posibilidad de producir un cáncer, no podemos negar que el cannabis, que también se fuma, tiene las mismas posibilidades o posibilidades parecidas de generar una serie de complicaciones respiratorias graves.
¿Por qué el hecho de fumar porros o de fumar marihuana puede ser perjudicial para la salud?
Es evidente que, si no te gustase fumar porros, no habría ningún problema con la marihuana. La dificultad está cuando una cosa nos gusta y nos puede perjudicar, por lo que hay que tener en cuenta que hay una serie de consecuencias posibles en el uso de estas sustancias.
El consumo de cannabis en personas sensibles puede provocar una serie de consecuencias negativas. Por ejemplo, nos podemos encontrar personas que se desmotivan, que pierden un poco el interés por las cosas porque el cannabis tiene un efecto tranquilizador, lo que llamamos el ‘apalanque’ que sería esa situación donde uno tiene poco interés por hacer cosas que no sean estar fumando y estar en actitudes pasivas. Por ejemplo, viendo vídeos o jugando a videojuegos, pero sin interaccionar con otras personas.

Uno de los riesgos que pueden surgir en alguien que fuma, es que se vaya encerrando en sí mismo y tenga más dificultades para ese contacto social. Otra cosa que se puede producir por el consumo de cannabis de una manera continuada, son los problemas de memoria. Éstos pueden dar lugar a dificultades en los estudios, a situaciones en las que baja el rendimiento escolar o hay incluso un fracaso porque ese consumo está provocando dificultades de concentración o está alterando la memoria.
Así mismo puede ser habitual que se produzcan crisis de ansiedad en personas que fuman, que muchas veces es el motivo para que alguien deje de fumar. Ya que a partir de una experiencia de este estilo uno puede darse cuenta de que fumar le está produciendo no una sensación de bienestar, sino una situación de nerviosismo. A veces se provoca por los problemas respiratorios, que hacen que esa persona fumadora, tenga unos niveles más bajos de oxígeno, de esta manera puede tener la sensación de que se ahoga, etcétera. Este es también uno de los elementos que pueden hacer pensar que estamos ante unas consecuencias perjudiciales del hecho de consumir.
Y quizás el más grave de todos es que, en algunas personas predispuestas, se puede producir lo que llamamos una psicosis tóxica. Se trata de una situación donde la persona tiene síntomas muy parecidos o equivalentes a los de una crisis esquizofrénica. Situaciones de paranoia o situaciones de pérdida de contacto con la realidad que tienen que ver con el consumo. En este caso, es importante distinguir si es una psicosis tóxica o es la primera manifestación de una enfermedad mental de base que no se había manifestado y que debuta con ese consumo.
¿Qué es exactamente una psicosis tóxica?
Una psicosis tóxica es quizás el elemento más preocupante que se puede producir como consecuencia negativa de una persona que fuma porros. No es una situación que le pase a todo el mundo, pero sí que tenemos una predisposición, un riesgo de que se pueda producir.
La psicosis tóxica se define como una falta de conexión con la realidad donde hay episodios alucinatorios y episodios delirantes, es decir, el hecho de sentir o percibir cosas que no son reales, o el hecho de tener ideas extrañas que desconectan con esa realidad y que dan una enorme sensación de angustia.
Hay que distinguir si estamos ante una psicosis tóxica, es decir, una situación que está en relación con el consumo de esas sustancias y que cuando esa sustancia desaparezca, también van a desaparecer esas consecuencias. Así va a haber una recuperación total, pero con el riesgo de que se vuelva a producir muy fácilmente si uno retoma los consumos.
Es muy importante distinguirlo ya que podría darse el caso de que esa crisis no fuera una cuestión tóxica relacionada con el consumo, sino algo más grave. Podría ser la primera manifestación de una enfermedad mental de base que debuta y se manifiesta por esta situación, como podría haberlo hecho por una ruptura de pareja, por un problema familiar, por la muerte de alguien, por una situación traumática que pueda desencadenar o pueda hacer aflorar ese problema que estaba ahí, y que se ha disparado por ese consumo – como podía ser por otras razones. Esto ya indica que estamos ante una enfermedad mental grave, crónica, que necesitará tratamiento y supervisión durante mucho tiempo.
Evidentemente, el consejo es que si hay un riesgo, antecedentes familiares o hay personas que notan una especial predisposición a descompensarse o a tener situaciones de malestar psicológico de una manera habitual, no sería para nada prudente utilizar sustancias que lo que hacen es amplificar esas sensaciones y dan la posibilidad de que se lleguen a descompensar de una manera total.
¿Cuáles son los pasos para poder dejar la marihuana?
Los tres pasos para dejar de consumir porros (derivados del Cannabis) tienen que ver primeramente con la concienciación. Es esencial reconocer que dejar de consumir es algo que necesitamos hacer. Nadie va a hacer un cambio si no está motivado para hacerlo.
El segundo paso es la desintoxicación, que implica la posibilidad real de dejar atrás ese consumo y de recuperar una serie de funciones que se pueden ver alteradas o por el consumo, o por la abstinencia de ese consumo. El poder volver a dormir bien, volver a comer, volver a hacer deporte, el controlar la ansiedad (porque a veces se ha utilizado esa marihuana como un elemento para quitarse encima miedos o angustias de una forma en la que no lo resuelve, sino que solamente los tapa), entre otros. Por lo tanto, esa desintoxicación va a ser un paso ineludible.
Es verdad que hay personas que dicen tener una enorme dificultad para conseguir dejarlo porque por ejemplo, tienen problemas para dormir. El famoso “porro de buenas noches”, al que uno está habituado desde hace años, hace que esa relajación que induce ese momento de bajada de tensión, pueda ser algo que uno echa de menos cuando deja de fumar.
Es posible atenuar muchos de esos síntomas de la desintoxicación utilizando, puntualmente, unos medicamentos que permitan que dejar atrás los consumos sea más fácil. Son medicaciones que se toman solamente las primeras dos o tres semanas, como mucho un mes, cuando uno ha dejado de fumar y que facilitan, según explican todos los pacientes, ese proceso de desintoxicación. Cabe recalcar que siempre se usan con la intención de que se utilicen exclusivamente en esa etapa.
Ver: Fumar porros y tomar antidepresivos

La tercera parte del proceso de dejar la marihuana atrás tiene que ver con la deshabituación. Es el momento donde la persona está empezando a desarrollar una serie de actividades y proyectos que tienen que ver con alternativas de comportamiento, con cosas que te hacen ser más feliz sin drogas que con drogas. Es cuando hay la sensación de que uno está recuperando su vida, de que está tirando para adelante una serie de proyectos que antes no podía hacer, ya que una de las cuestiones que se derivaban del consumo de cannabis era la desmotivación o la falta de interés. En esta fase se puede hacer mucho más fácil la renuncia al consumo porque lo que dejamos atrás, permite ganar cosas mucho mejores.
Estos tres pasos: la concienciación que se trata de comprender que uno necesita poner en marcha este proceso, con el hecho de dejarlo físicamente en la desintoxicación, y la deshabituación, que es el aprendizaje que permite generar un proyecto vital que esté más allá del hecho de seguir consumiendo, sino que se plantea como alternativa o como recambio, son lo que va a permitir que uno consiga dejar definitivamente esas sustancias.
Hay que tener en cuenta también que el objetivo no tiene que ser controlar o fumar menos, porque esto en realidad lo único que hace es aplazar el problema. Si uno ha tenido algunas consecuencias graves como; aislamiento, ansiedad, crisis psicóticas, entre otras, lo que sería importante es conseguir dejar el consumo atrás definitivamente, pero con esta sensación de que esa renuncia está compensada por todas estas alternativas que son mucho mejores.
¿Cuáles son aquellos indicadores que pueden hacernos pensar que una persona necesita ayuda profesional para poder dejar la marihuana?
El primer indicador que marcaría la necesidad de buscar ayuda es precisamente, el hecho de no conseguir dejar la sustancia cuando uno se lo ha propuesto. Es importante entender que, si uno está intentando de una forma seria dejarlo y no lo está consiguiendo, necesitará esta ayuda profesional para poder dejarlo.
La segunda cuestión que puede indicar la necesidad de ayuda, es para conseguir más fácilmente el proceso de desintoxicación. Cuando alguien está intentando dejar el consumo y le cuesta porque hay un enganche físico, hay la posibilidad de acudir a una persona profesional que tenga experiencia en hacer tratamientos farmacológicos que solamente se usan en la fase de desintoxicación (donde hay síndrome de abstinencia) y de esta manera, hacer que este proceso se consiga con más facilidad.
El tercer elemento que indicaría la necesidad de buscar ayuda profesional, tiene que ver con el hecho de diagnosticar todas esas consecuencias que se han podido producir por el consumo prolongado en el tiempo, y que tienen que ver tanto con desajustes psicológicos, como con las posibles consecuencias derivadas, que muchas veces, tienen solución práctica.
Es importante que estas ayudas sean profesionales, porque no queremos en ningún caso, que el dejar el consumo de una sustancia sea un problema moral. No estamos hablando de una cosa que sea buena o mala en sí misma, es mala para esa persona en concreto, porque le está produciendo una serie de consecuencias. Es relevante no hablar en genérico, sinó hablar de una manera personalizada, para abordar las cuestiones desde lo que le pasa a cada paciente.
Es esencial dejar de hacer explicaciones generales ya que muchas veces són discursos que acabamos rechazando porque tienen más que ver con cuestiones culturales o con cuestiones ideológicas que con la realidad del consumo.
¿Cuándo alguien podría necesitar ingresar en un centro de adicciones para poder dejar la marihuana?
Actualmente entre el 15% y el 20% de los ingresos en un centro de desintoxicación son de casos relacionados con la adicción a la marihuana. Estos ingresos están relacionados con el uso de un tipo de marihuana en concreto, de un tipo de cannabis mucho más potente que el que se utilizaba hace unos años. Estas sustancias hacen que pueda existir una indicación precisamente para cortar con el consumo ya que en el medio habitual hay demasiadas dificultades.
El primer factor sería para poder facilitar la abstinencia de la sustancia consumida.
El segundo elemento para reducir la presión y la angustia de la gente de alrededor que muchas veces están muy sobrepasados por todas las discusiones, por todas las batallas, por todos los momentos de tensión que se han producido en ese proceso de reconocer que uno tiene un problema. Relaciones familiares o relaciones sociales que se han puesto en peligro, precisamente, por todas esas cuestiones que están alrededor y que se necesitan abordar desde una distancia, desde un enfriamiento, desde un poder hacer entender a la gente de alrededor en qué puede ayudar, pero también en qué actitudes y en qué situaciones, a veces, se puede perjudicar esa recuperación. Esto entonces sería también un elemento importante, el hecho de poner esa distancia y conseguir que las situaciones que están muy descontroladas, se puedan poner a sitio.
También hay una tercera posibilidad que indica el sentido positivo de hacer un ingreso que tiene que ver con el aprendizaje de una serie de herramientas para manejar tanto los momentos de malestar, como para aprender a disfrutar de momentos buenos, como por ejemplo poder recuperar actividades de ocio.

El ingreso además puede ser beneficioso ya que el simple hecho de comparar la propia experiencia con la de otras personas, siempre desde la idea de que lo fundamental es un enfoque personalizado, permite darse cuenta de que existen muchos patrones repetitivos que se presentan en diferentes adictos. Observar esto desde una perspectiva externa, entender los pasos comunes para desarrollar resistencia y distancia con el consumo, puede ser un factor clave que evidencie los beneficios de un ingreso.
Cabe destacar que el ingreso debe ser claro, bien definido en el tiempo y estar vinculado a la realidad, ya que el objetivo del tratamiento tiene que ser la vuelta a la normalidad. No se trata de crear una burbuja, de crear un mundo aparte, sino que la persona que ha tenido dificultad para controlar el uso de esas sustancias, que ha llegado a generar una adicción, recupere la posibilidad de hacer actividades normales y, por esto, es necesario que el objetivo esté enfocado absolutamente a la vuelta, a recuperar el espacio, el lugar y la capacidad de acometer las obligaciones y los proyectos personales que uno quiere llevar a cabo y que se han malbaratado y se han puesto en riesgo por el hecho de estar enganchado a una sustancia.
¿Cómo se trata en Mas Ferriol el problema de adicción a la marihuana?
Para nosotros es imprescindible conseguir una colaboración activa por parte del paciente. Antes de hacer cualquier intervención, preferimos invertir tiempo en explicar, en resolver dudas, en conseguir que la persona que va a empezar a hacer un tratamiento, tenga la motivación y la percepción de necesidad suficiente para poner todo de su parte. Es importante ya que él o ella va a ser el elemento primordial para conseguir el éxito. Teniendo en cuenta que la intervención va a ser limitada en el tiempo, es importante hacer este trabajo previo.
Lo que pretendemos desde Mas Ferriol es hacer un primer paso poniendo distancia física con la sustancia pero, al mismo tiempo, diseñar un proyecto que tenga la posibilidad de ser un recambio. De esta manera, el tiempo que antes se utilizaba para el consumo que ahora se pueda dedicar a cosas más importantes, a cosas más vitales, a cuestiones que tengan la posibilidad de ser una alternativa o un recambio útil para la renuncia al consumo.
Cabe destacar que la manera de trabajar en Mas Ferriol va acorde con la idea de crear una alianza con cada paciente. Para que así, pueda entender qué le vamos a pedir, qué le vamos a ofrecer y trabajar juntos para descubrir de qué manera práctica va a ser más fácil mantener la distancia con las sustancias, evitar las recaídas y, sobre todo, aprender a ser más feliz sin drogas que con drogas.