¿Qué supone sufrir un brote psicótico?
Un brote psicótico es una ruptura de la realidad de forma temporal y se caracteriza por alucinaciones (percepción de un estímulo sin que este sea real) y delirios (creencia o idea falsa, incorregible y sin coherencia o consonancia con el ámbito cultural). Puede acompañarse también de cambios en la conducta y el comportamiento, puede haber síntomas de agitación psicomotora, síntomas catatónicos (rigidez muscular, mutismo, estupor…), discurso desorganizado y conducta extravagante
Síntomas del brote psicótico
El brote psicótico se puede identificar y caracterizar por algunos de los siguientes síntomas:
- Delirios (de persecución, autorreferencia, perjuicio…)
- Alucinaciones y pseudoalucinaciones
- Trastornos del pensamiento
- Síntomas catatónicos (rigidez, mutismo, estupor…)
- Discurso desorganizado
- Cambios de comportamiento
- Conducta extravagante y desorganizada
- Deterioro de las capacidades cognitivas
¿Qué puede provocarlo? Desencadenantes de un brote psicótico
Los principales factores que intervienen en los trastornos psicóticos son biológicos, psicológicos, sociales y ambientales. Los factores biológicos incluyen cierta predisposición genética y un desequilibrio de neurotransmisores a nivel cerebral, así que las personas que experimentan un brote psicótico padecen un desequilibrio de neurotransmisores a nivel neurobioquímico, se produce entonces un aumento de la actividad de la dopamina y la serotonina a nivel cerebral.
Hay ciertas drogas que también actúan sobre el sistema dopaminérgico y/o serotoninérgico, lo cual significa que pueden provocar cuadros psicóticos en la persona que las consume.
Los desencadenantes de un brote psicótico pueden ser varios, pero los más relevantes son los psicológicos, sociales y ambientales. Principalmente, se puede generar un brote psicótico tras vivir un episodio traumático o de gran impacto emocional, como podría ser la pérdida de un ser querido o períodos prolongados de estrés.
También podría ser causado por el consumo de sustancias (sedantes o abuso de algunos fármacos) y drogas (cannabis, alcohol, cocaína…), por el mecanismo de desequilibrio neurobioquímico que se ha descrito anteriormente.
Estrés
El estrés es uno de los desencadenantes más frecuentes para sufrir un brote psicótico. Suele darse tras vivir un episodio traumático o que tenga un impacto emocional muy grande en la persona que lo viva, como podría ser la pérdida de un ser querido, si se han sufrido abusos, maltratos, catástrofes naturales o eventos vitales adversos.
También podría darse un brote psicótico después de vivir períodos prolongados de estrés, por ejemplo si hay una disminución del nivel socioeconómico o problemas psicosociales. El estrés actuaría como un factor precipitante agravante para padecer un brote psicótico.
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Brote psicótico por Cannabis/Marihuana
Un brote psicótico consiste en una ruptura de la realidad de forma temporal y se caracteriza por alucinaciones (percepción de un estímulo sin que éste sea real) o delirios (creencia o idea falsa, incorregible y sin coherencia o consonancia con el ámbito cultural). Puede ir acompañado de síntomas de agitación psicomotora o por el contrario rigidez psicomotora, así como también de discurso desorganizado o un comportamiento extravagante. El brote psicótico puede ser inducido por el consumo de sustancias como el cannabis.
El consumo de marihuana y los brotes psicóticos están relacionados ya que la sustancia THC del cannabis puede ser un factor precipitante para padecer un brote psicótico. El cannabis es una droga psicoactiva y el consumo de esta puede producir ideas paranoides, distorsiones temporales, deterioro de la atención, memoria y juicio, alucinaciones y delirios. Si alguna vez se ha experimentado un trastorno o brote psicótico, el consumo de marihuana lo empeorará.
Además, hay que tener en cuenta que la adolescencia es una etapa de desarrollo cerebral y el THC produce cambios neurobiológicos, entonces si se consume durante esta etapa puede provocar alteraciones en el crecimiento y desarrollo neuronal. Hay que tener en cuenta que la edad es un factor de riesgo muy importante, pero también lo son la cantidad de cannabis que se consuma y cómo afecta esta sustancia al organismo.
Brote psicótico por cocaína
El brote psicótico inducido por cocaína consiste en una ruptura de la realidad de forma temporal. La cocaína es una droga estimulante y euforizante, y los síntomas de un brote psicótico inducido por el consumo de cocaína son las alucinaciones visuales, auditivas y cinestésicas; y los delirios, de persecución y autorreferencia. Se suele acompañar también de agitación psicomotora y cambios en el comportamiento como agresividad o alteraciones en el control de impulsos.
El consumo prolongado de cocaína o el consumo de esta sustancia a dosis altas pueden desencadenar un brote psicótico. Algunos de los factores de riesgo de un brote psicótico inducido por el consumo de cocaína podrían ser:
- Predisposición genética
- La edad de consumo
- La cantidad de consumo y la frecuencia
- La via de administración
- Comorbilidad con otras adicciones
- Comorbilidad con otros trastornos médicos y psiquiátricos
- Interacciones farmacológicas
Brote psicótico por alcohol
Un brote psicótico consiste en una ruptura de la realidad de forma temporal y se caracteriza por alucinaciones (percepción de un estímulo sin que éste sea real) o delirios (percepción de un estímulo real pero crea un pensamiento no coherente). Puede ir acompañado de síntomas de agitación psicomotora o por el contrario rigidez psicomotora, así como también de discurso desorganizado o un comportamiento extravagante. El brote psicótico puede ser inducido por el consumo de alcohol.
Los principales síntomas de un brote psicótico inducido por el consumo de alcohol son alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento, confusión, comportamiento inusual o inapropiado y discurso desorganizado.
Brote psicótico inducido por sustancias/medicamentos
El trastorno psicótico inducido por sustancias o medicamentos es un tipo de trastorno donde se da un brote psicótico inducido por el consumo de otro tipo de sustancias químicas no mencionads así que se caracteriza por la presencia de delirios o alucinaciones prominentes debido a los efectos fisiológicos de una sustancia o medicamento. Puede iniciarse durante la intoxicación o durante la abstinencia de la sustancia. Otras sustancias que principalmente pueden desencadenar trastornos o brotes psicóticos son:
- Anfetaminas
- Inhalantes
- Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos
- Otros alucinógenos
¿Qué secuelas puede dejar?
Las secuelas de un brote psicótico dependen mayormente de las circunstancias en la que se produjo, pudiendo tener un mejor o peor pronóstico. Una de las primeras secuelas y muy importante es el duelo interpersonal del paciente al recibir el diagnóstico ya que siente que perdió su salud mental.
En el caso de abuso de sustancias puede implicar una indicación a un deterioro cognitivo grave que conlleva a una dificultad para realizar ciertas actividades y una disminución de ciertas habilidades o complicaciones a nivel laboral. Por otra parte, cabe mencionar que si recibe buena atención el pronóstico mejora. Por ejemplo, apoyo social, terapia psicológica o fármacos podrían reducir el riesgo a volver a padecer otro episodio psicotico.
¿Tiene cura? Tratamiento asociado a brote psicótico
Para tratar un brote psicótico, primeramente, son muy importantes las relaciones sociales y familiares para que el paciente tenga un apoyo, esto también facilita una reinserción social adecuada. Las personas cercanas al paciente deben entender su condición y ayudarlo e informarse para que puedan colaborar con él a su mejora, así que el tratamiento del brote psicótico incluye psicoeducación al entorno de la persona y a ella.
Es fundamental la psicoterapia, ya que el principal objetivo del tratamiento de un brote psicótico es encapsular el delirio, y adquirir herramientas y técnicas para distinguir la realidad de las alucinaciones o los delirios. La psicoterapia también puede resultar útil para desarrollar habilidades para controlar y regular la ansiedad, el estrés y los pensamientos recurrentes. Además, si es necesario se da también un tratamiento farmacológico que incluye antipsicóticos para ayudar a resolver la clínica positiva (alucinaciones y delirios). Y sobre todo, evitar estupefacientes psicotrópicos mientras no sean recetadas.
El principal objetivo de estos tratamientos de salud mental es que la persona tras vivir un brote psicótico pueda llevar una vida plena con una buena recuperación.
Prevenir sufrir un brote psicótico
La prevención de sufrir un brote psicótico se basa en reducir el acceso a determinadas sustancias y en informarse sobre lo que pueden causar, así como evitar consumir drogas psicotrópicas para no fomentar el desarrollo de un episodio psicotico. Además puede ayudar a prevenir la aparición de un brote psicótico una buena gestión del estrés y la ansiedad.